El Reino Unido está evaluando un cambio en la ley de derechos de autor para fomentar la IA

El Reino Unido está evaluando actualmente modificaciones a sus leyes de derechos de autor para abordar el cambiante panorama de la inteligencia artificial (IA). Una reciente consulta gubernamental busca aclarar cómo se aplica la legislación británica sobre derechos de autor al entrenamiento de modelos de IA, con el objetivo de equilibrar los intereses de los titulares de derechos y los desarrolladores de IA. Actualmente, los titulares de derechos tienen dificultades para controlar el uso de sus obras en el entrenamiento de IA y buscan una remuneración adecuada, mientras que los desarrolladores de IA enfrentan incertidumbres legales que podrían obstaculizar la inversión y la innovación.

En contraste, la Unión Europea ha implementado la Ley de Inteligencia Artificial (AI Act), un marco normativo integral que clasifica las aplicaciones de IA según niveles de riesgo. La ley impone requisitos estrictos a los sistemas de IA de alto riesgo, pero ha sido criticada por no ofrecer una protección sólida de los derechos de autor. En particular, una laguna legal permite a las empresas tecnológicas utilizar material protegido por derechos de autor en virtud de una excepción para la minería de textos y datos, lo que podría perjudicar los derechos de los creadores.

Los cambios propuestos en el Reino Unido han generado un intenso debate. Profesionales del ámbito creativo —incluidos más de 2.000 artistas y escritores británicos— han expresado su preocupación de que una flexibilización de las leyes de derechos de autor pueda permitir que las empresas de IA utilicen sus obras sin licencia, socavando así la base económica de la industria creativa.

Desde una perspectiva jurídica, la viabilidad de la legislación propuesta en el Reino Unido depende de lograr un delicado equilibrio entre el fomento de la innovación en IA y la protección de los derechos de propiedad intelectual. Si bien brindar a los desarrolladores de IA un mayor acceso a los datos podría acelerar el avance tecnológico, es fundamental garantizar que los creadores sean debidamente compensados y que sus derechos no se vean comprometidos. No proteger estos derechos podría perjudicar no solo a los creadores individuales, sino también debilitar a los sectores creativos del Reino Unido, que son esenciales para la economía nacional.

En conclusión, mientras el gobierno británico considera enmendar las leyes de derechos de autor en el contexto de la IA, debe navegar cuidadosamente entre los intereses de la industria de la inteligencia artificial y la comunidad creativa. Aprender de la experiencia de la UE con la AI Act —especialmente en lo que respecta a la protección de la propiedad intelectual— podría ayudar a formular un enfoque legislativo más equilibrado y eficaz.